La apnea del sueño y el bruxismo son problemas subestimados que afectan a la calidad del sueño y perjudican seriamente el estado general de salud.
ESTAS AFECCIONES PUEDEN TENER GRAVES CONSECUENCIAS, COMO, POR EJEMPLO, INCREMENTAR EL RIESGO DE HIPERTENSIÓN, O LA APARICIÓN DE ENFERMEDADES CARDÍACAS O DIABETES. POR LO TANTO, ES ESENCIAL RECONOCER LOS PRIMEROS SÍNTOMAS Y TRATARLOS ANTES DE QUE DESEMBOQUEN EN PROBLEMAS MÁS GRAVES.
La apnea del sueño es una interrupción repetida de la respiración durante el sueño.
Se produce cuando los músculos que sostienen los tejidos blandos en tu garganta, como la lengua y el paladar blando, se relajan de forma temporal. Cuando estos músculos se relajan, tu vía respiratoria se estrecha o cierra y tu respiración se corta por un momento.
Los principales síntomas de esta enfermedad son somnolencia diurna excesiva, mal aliento y sensación de cansancio después de despertar. Algunos pacientes también sufren ronquidos fuertes. Se recomienda consultar con un médico neumólogo para obtener un diagnóstico adecuado e iniciar el tratamiento correspondiente.
El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por rechinar o apretar los dientes sin intención consciente mientras se duerme.
Los principales síntomas son presión constante en los maxilares, dolor de cabeza matutino y desgaste dentario excesivo, pudiendo culminar en la fractura y perdida de las piezas dentales. Además, la presión anormal sobre los maxilares puede conducir a cambios temporomandibulares crónicos, como dificultad para abrir o cerrar la boca o el deslizamiento de la mandíbula hacia adelante al abrirla.
Es importante tomar medidas tan pronto como sea posible si se presentan síntomas asociados con ambas afecciones.
Busca atención profesional si crees que puedes estar sufriendo cualquiera de estas enfermedades.